
Para explicarlo mejor, colecciono compases, estilógrafos, y cualquier instrumento de dibujo técnico que merezca la pena.
Es otra de esas colecciones que van con la calma. Una vez cubierta la cuota de volver a tener un buen estuche de Rotring de toda la vida, la cosa es ir añadiendo piezas muy poco a poco. Una colección llena de nostalgia, de recuerdos de los primeros paralex, de los tiralíneas con tinta, del primer estilógrafo, del tablero de dibujo... Si se da la circunstancia, una buena mesa de dibujo de delineante, en un espacio apropiado, sería lo suyo.